Temperley salió a la calle

p=. En un miércoles sellado por una doble movilización, los vecinos de la ciudad se manifestaron para pedir la apertura definitiva del puente que cruza las vías, y además, por más seguridad en el barrio, tras el asesinato de un vecino el domingo.

Marcos Stábile

Lomas de Zamora, septiembre 15 (AUNO).-Tan sólo 200 metros separaron las dos marchas que se realizaron ayer, casi en simultáneo, en la ciudad de Temperley: por un lado, en la entrada a la estación de trenes, del lado este, una multitud de vecinos se manifestó para que se reabra definitivamente el puente que cruza las vías; y por otro, en Cangallo y Almirante Brown, más de 300 personas reclamaron por más seguridad y justicia por la muerte de Guillermo Simeonoff.

Apenas pasadas las 19, con bombos, platillos y panfletos, casi un centenar de vecinos se congregaron en la estación de la ciudad para pedir “la libre circulación” de los transeúntes por el puente, cuyo acceso fue restringido hace dos semanas por las autoridades de la empresa ferroviaria Trenes Argentinos para todo aquel que no sea usuario del servicio.

Si bien hoy el paso está abierto, Jorge Boero, miembro de la asamblea que organizó la manifestación, afirmó que desde la empresa “a veces te dejan pasar, a veces no; te prepotean, te tratan mal, como si fueran dos ciudades distintas o separadas por una frontera”, al tiempo que agregó que también se necesitan “mejoras y rampas que permitan el acceso de todos”.

El vecino asegura que desde la asamblea tampoco comparten “el acuerdo” al que llegó el municipio lomense con la operadora ferroviaria, según el cual los habitantes deberán pedir un “pase” para usar el puente de forma gratuita.

Desde el bloque de concejales del Frente Renovador, aseguraron que se trabaja “hace cinco meses en un proyecto que propone un puente nuevo con rampa electrónica, para que lo puedan usar quienes más lo necesitan”, y que será presentado en la próxima sesión.

A dos cuadras de diferencia, en dirección a Almirante Brown, otro contingente de habitantes cortó la avenida a la altura de Cangallo, para reclamar justicia por la muerte de Guillermo Simeonoff, asesinado el domingo pasado frente a su hijo de diez años por delincuentes que intentaron robarle la moto.

El hecho sucedió en el mismo lugar donde se organizó la marcha, a la que asistieron más de 300 vecinos con velas y carteles para reclamar “más intervención policial” y “basta de muertos por inseguridad”.

El caso Simeonoff fue “la gota que rebalsó el vaso”, según explica Maximiliano Lucangioli, un vecino que a través de un grupo de WhatsApp en el que difunden los hechos delictivos, convocó a esta movilización para reclamar por más seguridad en el barrio.

“Es una locura, no podemos permitir que pase algo así”, aseguró, y agregó que “la comisaría tercera no tiene recursos, no tienen patrulleros, no tienen personal, hacen lo que pueden, es un esfuerzo enorme, pero no alcanza”.

Los vecinos hicieron un minuto de silencio en memoria de Guillermo, pero también recordaron, mediante carteles y banderas a otras víctimas recientes de hechos delictivos, a la vez que apuntaron sus acusaciones contra las autoridades “municipales, policiales y judiciales”.

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