Libros para todos

La idea surgió de una docente y de los estudiantes de 6° Año del polimodal “La simbólica” de Banfield, con el objetivo de “difundir la lectura y acercarla a la gente que quizá no puede o no está acostumbrada a invertir en literatura”

Lomas de Zamora, octubre 21 (AUNO).- El Movimiento Bibliotecas Free, que nació hace dos meses gracias a la iniciativa de una profesora de literatura y sus alumnos de un colegio secundario de Banfield, ya cuenta con la segunda estantería pública, libre y gratuita de las tres que tiene previsto fijar en lugares con gran concurrencia, y se encuentra ubicada en la estación de trenes de esa ciudad, sobre el andén que va hacia Constitución.
En septiembre se inauguró el primer contenedor de libros gratis en la Sala de Primeros Auxilios Dr. Manuel Ricci, en Maipú 497, Banfield Este, mientras que el segundo, se abrió el 18 de octubre, en el predio ferroviario, y cuenta con un total de 26 ejemplares.
El grupo está conformado por la licenciada Verónica Wiedrich y los estudiantes de 6° Año del polimodal “La simbólica” de la calle Viamonte 1567, y llevan a cabo el proyecto para “difundir la lectura de literatura y acercarla a la gente que quizá no puede o no está acostumbrada a invertir en libros”, comentó la docente a AUNO.
Wiedrich explicó que el objetivo más importante es “entusiasmar, contagiar, a la vez que habilitar un canal de comunicación para conocer la opinión del público sobre la literatura y, además, proponer la donación de libros”, y agregó que la idea es “multiplicar el movimiento, no sólo a través de instituciones educativas, sino de particulares y de otros organismos”.
Además, añadió que en cada libro y en cada biblioteca hay un texto que propone una forma de uso, a modo de “reglas informales”, en el que se indica “devolver el ejemplar a los cinco días, para que circule en manos de otras personas, ya que esa es una de las características principales que difunde movimiento”.
En este sentido, la profesora expresó que “algunos de los libros que se llevaron, no los devolvieron”, y eso “condiciona las ganas de seguir con el proyecto”, pero que hay que “educar en la responsabilidad, en el respeto, en el compartir y cuidar lo que se ofrece para todos”.
La idea fue tomada del movimiento estadounidense “Little Free Library”, (pequeñas bibliotecas gratis), que desde enero cuenta con alrededor de 15 mil aficionados en el mundo, quienes ponen en el frente de sus casas un pequeño contenedor de libros para que sean tomados por las personas que pasen por ese lugar.

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